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El trabajo docente frente a las políticas lingüísticas

Tras la aprobación de la reforma de enseñanza secundaria en Brasil a través de la Ley nº 13.415/2017 y la imposición de la Base Nacional Comum Curricular (BNCC), creo que muchos docentes de lengua española están pasando por un momento de autorreflexión sobre los próximos rumbos para la enseñanza de la lengua en Brasil y también se están cuestionando cómo actuar frente a esas nuevas políticas lingüísticas que imponen una educación monolingüe. Por eso, resolví proponerles este mes unas pocas líneas sobre el papel político que se espera de la actividad docente.

Durante mucho tiempo se creyó que el trabajo del profesor de lenguas extranjeras se restringía solamente a desarrollar las diferentes destrezas comunicativas en el aula. Esa representación docente generó muchas creencias que hasta hoy son difíciles de borrar del imaginario educacional. Ya en el contexto escolar las políticas públicas para la educación promulgaron documentos nacionales que demandaron un docente que pensara la función social y educacional de la lengua extranjera/ adicional en el currículo. En el campo de la formación inicial de profesores todavía es un desafío concienciar al futuro docente de ese cambio de perspectiva de trabajo con el lenguaje, ya que se cree que la enseñanza de lenguas en la escuela sólo sirve si el alumno se vuelva fluente en el idioma. Pero, ¿qué es la fluencia en una lengua? ¿Uno solamente puede considerarse fluente si utiliza la lengua oralmente?

Las políticas públicas son estudios que comprenden las investigaciones de diferentes sectores como la economía, administración pública, medio ambiente, educación etcétera que se reglamentan por medio de leyes y decretos gubernamentales. Ya el ámbito educacional, las políticas públicas pueden nombrase como políticas lingüísticas, sea para la enseñanza de lenguas, sea para la formación de profesores. Para el lingüista Rajagopalan (2013, p. 21), la política lingüística es “[…] a arte de conduzir as reflexões em torno de línguas específicas, com o intuito de conduzir ações concretas de interesse público relativo à(s) língua(s) que importam para o povo de uma nação, de um estado ou ainda, instâncias transnacionais maiores”.

Pese muchos expertos de la Lingüística Aplicada brasileña defiendan que no tenemos una política lingüística para las lenguas, en mi opinión creo que, desde la publicación de los Parâmetros Curriculares Nacionais (1998), tenemos documentos organizados por el Ministério de Educação (MEC) que intentan mostrar el modo cómo debe configurar la enseñanza de lenguas (materna y extranjera) en Brasil. Por otro lado, comparto la idea que hay muchas leyes, decretos y orientaciones en los niveles federales, estatales y municipales, por eso muchos escritos de políticas educacionales son desconocidos o simplemente rechazados por los docentes (LEFFA, 2013). También es importante decir que toda esa discusión sobre políticas lingüísticas en la formación de profesores comenzó de modo bastante tímido en Brasil desde el inicio de los años 1990 con la creación de la Asociación Brasileña de Lingüística Aplicada (ALAB), desde siempre protagonista en el tema de la planificación de políticas para la enseñanza de lenguas en Brasil.

El exceso de textos legales acaba por generar la inseguridad de que ninguna política educacional sea puesta en marcha. Sobre eso, Eres Fernández (2018, p. 14) opina, “[…] ya ha quedado claro que la proliferación desmedida de textos destinados a reglamentar y orientar la enseñanza en Brasil termina no solo por confundir a todos los implicados en el proceso – gestores, docentes, estudiantes, comunidad escolar, sociedad en general – sino que incluye el riesgo de que poco o nada cambie en la educación”. Debido a la ausencia de diálogo y continuidad de ciertas políticas, tenemos un escenario de (anti)políticas, según Eres Fernández, para la enseñanza de lenguas y formación de profesores en Brasil.

También se ha creado un imaginario en Brasil que la política lingüística no era de responsabilidad de toda la sociedad, ya que se tenía una visión restricta del asunto y se pensaba que el tema se limitaba a los derechos lingüísticos de las lenguas indígenas o minoritarias. Tras muchos estudios y publicaciones en el campo de la Lingüística Aplicada, ya sabemos que la política lingüística es una actividad en que todo ciudadano, independiente de su escolaridad, sexo, edad, clase económica y orientación sexual, tiene el derecho y el deber de intervenir, opinar, proponer y actuar directamente en las políticas de su país. Por eso, cabe al profesor de lenguas extranjeras/adicionales asumir también la función de alguien que puede participar en las políticas de enseñanza de lenguas. Es cierto que el docente tiene la responsabilidad y el deber de trabajar bajo las normativas vigentes que orientan su trabajo pedagógico, sin embargo eso no impide que él tenga otras opiniones acerca de la práctica pedagógica y el rol que cumple su asignatura en el currículo. Preguntas como: qué variedad del español prefiero, qué abordaje utilizo en mis clases, qué actividades llevo al aula, por qué hago tales actividades, por qué empleo el portugués en mis clases, son ejemplos de algunas cuestiones que involucran la tomada de decisiones políticas por parte del docente de lenguas.

En resumen, la actividad del docente de lenguas extranjeras/ adicionales es totalmente atribuida de connotaciones políticas. Todas las decisiones que lleva a cabo un profesor para poner en práctica su clase están bajo una reflexión que es política. A todo el momento que el docente interviene en clase sus ideas fueron planificadas y tienen como meta el bienestar y una mejor calidad de la enseñanza para sus alumnos. Sólo eso ya es un acto político. ¡Hasta la próxima!

 

Referencias:

ERES FERNÁNDEZ, I. Políticas públicas para la (no) enseñanza de español en Brasil. In: MIRANDA, C. (org.). La lengua española en Brasil. Enseñanza, formación de profesores y resistencia. Brasilia: Consejería de Educación de la Embajada de España, 2018, p. 9-18. Disponible en: https://www.mecd.gob.es/brasil/dms/consejerias-exteriores/brasil/2018/publicaciones/la-lengua-espa-ola-en-brasil-2018/la-lengua-espa%C3%B1ola-en-brasil-2018.pdf>. Acesso em: 15 marzo 2019.

LEFFA, V. Prefácio. In: NICOLAIDES, C.; SILVA, K.; TILIO, R.; ROCHA, C.H. Política e políticas linguísticas. Campinas, SP: Pontes Editores, 2013, p. 7-10.

RAJAGOPALAN, K. Política lingüística: do que é que se trata, afinal?. In: NICOLAIDES, C.; SILVA, K.; TILIO, R.; ROCHA, C. H. (org.). Política e políticas linguísticas. Campinas, SP: Pontes Editores, 2013, p. 19-42.

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Antonio Ferreira da Silva Júnior

Posee el curso de Grado en Letras (Portugués/Español), Maestría y Doctorado en Letras Neolatinas por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ). Hizo la Especialización en Enseñanza de Lectura en Lengua Española por la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ). Realizó dos pasantías postdoctorales: Lingüística Aplicada en la Universidad Pontificia Católica de São Paulo (PUC-SP) y Educación en la Universidad de São Paulo (USP). Actualmente, es profesor de Lengua Española de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), impartiendo clases en el Colégio de Aplicação y como docente del Postgrado en Letras Neolatinas de la Facultad de Letras. Tiene experiencia en Lingüística Aplicada con énfasis en los siguientes temas: formación de profesores de español, autobiografías docentes, enseñanza de lenguas en la educación profesional y enseñanza de español para fines específicos. Correo: afjrespanhol@gmail.com

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