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¿Textos o videos?

Años atrás, cuando pasarles un video a los alumnos significaba pedirles que reservasen con anticipación en la empresa una sala especial con el correspondiente equipo, no lo hacíamos de manera habitual. Entonces, llevarles un texto nos permitía salir del material específicamente didáctico y usar con el mismo fin noticias, crónicas, cuentos, etc. que, además de enseñarles vocabulario, entrenarlos en la destreza lectora y darnos motivo para una conversación, nos transportaba con las palabras y la imaginación al mundo de los nativos de la lengua.

Hoy en día, se discute si leemos más o leemos menos. En lo personal, creo que leemos de una manera diferente: muchos textos pero más cortos y, si son muy largos, leemos el comienzo y vamos a lo esencial o a lo que nos interesa. La lectura de arriba hacia abajo línea por línea ha dado lugar a una lectura dirigida hacia focos de interés y en un orden no lineal. Coherentemente, si les llevamos un texto a los alumnos, no puede ser muy largo; creo que dos páginas sería el límite máximo y más de dos, solamente para alumnos a los que les guste muchísimo leer. Si es más largo, las caras de desánimo nos muestran que nuestra elección no fue feliz.

Sin embargo, con la facilidad que nos traen la tecnología e internet, llevarles un video se ha tornado algo casi cotidiano y, cuando llega ese momento de la clase, a los alumnos se les iluminan los ojos como si, en lugar de altos ejecutivos o profesionales súper ocupados, fueran un poco niños. Tal cual. Entonces, de la misma manera en que elegíamos los textos, ahora debemos escoger los videos. Por mi experiencia personal, creo es importante tener en cuenta algunos criterios:

1) Duración: así como el texto muy largo “desanima” a los alumnos, el video de una cierta extensión, aunque les interese, tiene que tener la medida justa para entretenerlos sin cansarlos. ¿Y cuál es la medida justa? Depende del nivel de comprensión del alumno: cuanta más dificultad tenga, menor debe ser la duración; cuanto mayor sea la facilidad, mayor puede ser la duración. Vamos a traducir esto en minutos. Para alumnos con una comprensión básica, lo ideal son videos de no más de cinco minutos; para alumnos con la destreza auditiva un poco más desarrollada, diría que hasta unos diez minutos. Más de diez minutos, solamente para alumnos con un oído acostumbrado a oír nativos o a ver películas o canales en español. Y cuidado porque los niveles a los que me refiero no son de conocimientos lingüísticos o funcionales, sino apenas de comprensión auditiva. Quiere decir que un alumno iniciante del curso de lengua pero con un buen nivel de comprensión ya podría desde el comienzo ver videos más largos.

2) Tema: desde ya, el video debe tratar algún tema de interés del alumno, sea por presentarle aspectos de la vida cotidiana o la cultura de los países hispanos que susciten su curiosidad, sea por conectarse con la realidad de su trabajo o su área de actividad, sea por tratarse de asuntos de actualidad o de amplia repercusión. Vamos a traducir esto en ejemplos: para el alumno que viaja, videos sobre comida, restaurantes de moda o lugares para visitar, siempre le van a encantar; para los ejecutivos, por ejemplo, del área de marketing, videos sobre una empresa, sus productos y estrategias servirán para ponerlo en contacto con el vocabulario de negocios del medio y también para comparar las empresas de los países hispanos con las de Brasil. En materia de asuntos de actualidad, podemos aprovechar el video para ponerlos en contacto con una noticia, acontecimiento o situación, dándoles la versión de una fuente nativa que podemos comparar con lo que leemos en los medios de comunicación de nuestro país. Curiosamente, en mi opinión personal, los medios internos tienen, por lo general, más datos locales para explicar los hechos pero muchas veces se pierden en los detalles por estar muy cerca; por su lado, los medios extranjeros consiguen una visión de conjunto por estar a más distancia y menos involucrados.

3) Secuencia de actividades: primero, es importante ver el video practicando la comprensión visual de las imágenes y la auditiva, complementarias entre sí, una o dos veces en función de la comprensión, reacción o ganas de los alumnos. Si nos parece que vamos a tener que pasarlo dos veces para que lo entiendan bien, debemos cuidar de que sea un video corto para que toda la actividad no insuma demasiado tiempo. Por fin, si es necesario, podemos verlo una vez más con la transcripción y leerla o apenas consultarla en los trechos en que haya dudas. Debemos tener muchísimo cuidado con las leyendas que están disponibles al pie de algunos videos porque, muchas veces, al ser realizadas por programas informáticos sin la debida revisión humana, presentan palabras incongruentes y fuera de contexto al punto de traer verdaderos absurdos. Entonces, antes de llevarlo a la clase, es conveniente que leamos personalmente los subtítulos para ver si tienen un nivel de corrección suficiente como para usarlos con los alumnos. Una alternativa excelente, pero que exige tiempo, es hacer nosotros mismos la transcripción; ese es otro motivo para elegir videos cortos porque un video largo puede significar varias páginas de transcripción y un buen tiempo para hacerla y corregirla.

4) Selección criteriosa: es muy importante que, antes de llevarlos a la clase, veamos personalmente los videos, analicemos las imágenes y escuchemos la narración o los diálogos; con ello, evitamos llevarnos sorpresas desagradables delante de los alumnos. Los cuidados deben ser amplísimos: no deben contener alusiones sensuales, de preconcepto, religiosas ni de estereotipos; no pueden tener un lenguaje vulgar (cuidado, digo vulgar que no es lo mismo que popular); no podemos tocar temas que, por algún motivo, puedan ofender, incomodar ni tampoco entristecer al alumno; el tema de la violencia puede ser tocado pero sin que haya imágenes de impacto. No nos olvidemos de que la clase debe ser un momento agradable que nos saque un poco de los problemas del día a día en lugar de recordárnoslos.

Como en toda regla saludable, siempre debe haber excepciones: cuando conocemos más al alumno, nuestro feeling nos va a decir si un video le puede gustar o no aunque no cumpla todos los requisitos de los que hablamos encima, pero redoblando las precauciones en los cuidados recomendados. A medida que le vamos dando videos y viendo sus reacciones, nos iremos trazando un “perfil” del alumno como espectador.

Ver un video significa que el alumno entienda, aunque sea con nuestra ayuda – para eso estamos –, los sentidos explícitos e implícitos de lo que se dice, lo que se muestra claramente y lo que podemos inferir a partir de lo que vemos y del contexto dentro del cual fue producido; significa también traer a discusión el tema tratado: preguntarle al alumno qué piensa sobre el mismo, qué opina sobre los aspectos abordados en el video y qué reflexión podemos hacer a partir de lo que vimos. Curiosamente, no es raro que las imágenes a veces le sirvan para evocar episodios de su pasado que estaban dormidos en la memoria y que, si hay predisposición por parte del alumno, podemos comentar en la clase.

Pero volvamos a la pregunta que da nombre a este post: ¿textos o vídeos? Personalmente, pienso que deben predominar los videos porque los alumnos los prefieren, por la riqueza de los contenidos visuales y auditivos y porque, si trabajamos con la transcripción, incorporamos también la destreza lectora. Pero, en algún momento, debemos llevarles también algún texto dentro de los parámetros que comentamos para que los alumnos no se olviden de ejercitar un don que, gracias a las maravillosas pantallas de las computadoras, tabletas y celulares que nos dan todo listo, estamos usando poco: la imaginación.

Algunas sugerencias de videos disponibles en YouTube:

– Videos cortos: Emprendedores TV

https://www.youtube.com/user/EmprendedoresTV

– Videos largos: Canal VisualPolitik:

https://www.youtube.com/channel/UCJQQVLyM6wtPleV4wFBK06g

– Videos sobre temas de actualidad:

Historia de Cataluña en 10 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=v5lDYDPg2IA

¿Qué pasaría si Cataluña se independiza?

https://www.youtube.com/watch?v=k3lB1FMKumY

 

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María Alicia Manzone Rossi

Argentina, abogada graduada en la UBA (Universidad de Buenos Aires), con posgrado en Ensino de Espanhol para Brasileiros en la PUC-COGEAE-SP. Autora y revisora de materiales didácticos para enseñanza de español de Santillana Español, de Uno Internacional y del Proyecto Fi. Profesora particular y traductora de español.

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