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«¿Español de dónde? ¿Español de quién?» ¿En serio se sigue discutiendo eso?

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¿Discusión superada o cada vez más actual?

Es innegable que las nuevas tecnologías nos conectan con todo el mundo, con todas las personas y sus lenguas. Los medios de transporte nos permiten “cruzar el charco» en 9 horas y en mucho menos que eso estamos en los países vecinos hispanohablantes.

Pero si el mundo ya no es pequeño, ¿por qué seguimos enseñando y aprendiendo la lengua de alguien o de algún lugar, como si las fronteras geográficas determinaran la propiedad de un idioma?

Al aprender la lengua del otro nos sentimos pidiendo permiso para adentrarnos en su mundo, para conocer y, quizá, absorber un poco de su forma de ser. ¿Pero debería ser así?

Si ya no hay fronteras en el espacio virtual y las migraciones son cada vez más frecuentes, tal vez hayamos dejado de tener un modelo basado en «la lengua de determinado país» para un nomadismo lingüístico.

Brasil, un país históricamente aislado de sus vecinos por la lengua, se ha convertido —por fin— en un campo multilingüe donde se escucha cada vez más español en la calle, además de otros idiomas. Nuestras inmensas fronteras nos permiten acoger lenguas y culturas de todas partes, así como son inmensos portales abiertos para que los crucemos y descubramos nuevas formas de interacción mediadas por el lenguaje.

¿Y por qué insistimos en la discusión sobre si enseñamos español de España o de Argentina o de Perú o de donde sea? ¿Será la lengua española apenas de los que nacieron en sus países o de todos los que la hicimos nuestra?

Lo mismo sucede respecto a Brasil: ¿sentimos que la lengua —tal como el territorio y la cultura— son apenas nuestros? ¿O reconocemos que somos, como muchos, sus usuarios primeros, pero nunca sus dueños?

Las nociones de identidad, propiedad, exclusividad y extranjería se han mezclado con la historia: el pasado creó fronteras que el presente viene derribando a la velocidad del 5G.

Discusión superada o no en el medio académico y educativo, siempre cabe la reflexión. La pregunta ya no es “español de quién o de dónde”, sino “para qué”. Que utilicemos las lenguas como aliadas en la construcción de diálogos y de culturas polifónicas, como el mundo actual nos enseña cada día que debe ser y que tanto lo necesita.

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Roberta Amendola

Es autora, consultora y editora de Lenguajes, Proyecto de Vida e Innovación. Maestra en Educación por la USP. Es Licenciada en Letras Portugués-Español en USP, con posgraduación en Enseñanza de Español para Brasileños en PUC-SP, en Perfeccionamiento para Ejecutivos del Mercado Editorial en FIA-USP/CBL y está cursando posgraduación en Computación Aplicada a la Educación en USP. Es editora de materiales para la enseñanza de E/LE y de portugués, además de autora del libro de lectura “Aprendiendo sobre los Juegos Olímpicos”, publicado por Santillana Español, y de la obra "GPS - Guia de Protagonismo no Século XXI", aprobada en el PNLD 2021, por Editora Moderna. Enamorada de la lengua española, de los proyectos de vida, de los libros, de los viajes y de los "brigadeiros".

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