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¿De quién es la lengua?

Yo hablo. Tú hablas. Él/Ella habla. Nosotros(as) sugerimos. Vosotros(as) analizáis. Ellos(as) hablan.

El juego de entra y sale de las palabras al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) está condicionado a criterios lingüísticos y socioculturales que vuelven lento el proceso de evaluar qué “está de moda” y qué ya forma parte de la lengua cotidiana.

Claro está que la tecnología hizo que el proceso se volviera más dinámico, como reflejo de la nueva velocidad con que nos conectamos con el mundo hablante o no de nuestra lengua. Pero, detengámonos en esa afirmación: “nuestra lengua”. ¿“Nuestra” de quién? ¿Quiénes son los “dueños” de una lengua? ¿Sus hablantes nativos? ¿Sus académicos? ¿Cualquiera que la aprenda y sobre ella ejerza alguna influencia? ¿Nadie?

La lengua es de todos y de ninguno, diría yo. De todos porque al hablarla la hacemos nuestra, nos apropiamos de ella y nos sentimos a gusto como para crear palabras o incorporarle alguna de nuestras otras lenguas de referencia. Sin embargo, su utilización no nos autoriza a legislar sobre ella. Como en la sociedad, contribuimos al establecimiento de leyes y las seguimos, pero no las creamos nosotros, ciudadanos ordinarios. Sin embargo, nuestras demandas llegan a los responsables, son consideradas y, si pertinentes, son incorporadas. Así sigue el juego sin definición clara sobre quién es el huevo y quién es la gallina y, consecuentemente, quién viene primero.

Si bien hay “absurdos” que nos duelen los oídos y los ojos y que habrá que evaluarlos, creo que la función de la RAE hoy día debería ser cada vez más social que estrictamente normativa y, por este camino, tiene una larga carretera por recorrer, pese a algunos pasos recientes.

Como para poner un ejemplo, así define el DRAE la palabra “gitano, na”:

 

gitano, na

 

De egiptano, porque se creyó que procedían de Egipto.

  1. adj. Dicho de una persona: De un pueblo originario de la India, extendido por diversos países, que mantiene en gran parte un nomadismo y ha conservado rasgos físicos y culturales propios. U. t. c. s.
  2. adj. Perteneciente o relativo a los gitanos.
  3. adj. Propio de los gitanos,o parecido a ellos.
  4. adj. caló(perteneciente al caló). Léxico gitano.
  5. adj. trapacero.U. como ofensivo o discriminatorio. U. t. c. s.
  6. adj. coloq. Que tiene gracia y arte para ganarse las voluntades de otros. U. m. como elogio, y especialmente referido a una mujer. U. t. c. s.
  7. adj. desus. egipcio(natural de Egipto). Era u. t. c. s.
  8. m. caló(variedad del romaní).

que no se lo salta un gitano

  1. expr. coloq. U. para ponderar lo grande o extraordinario en cualquier aspecto.

brazo de gitano

seguidilla gitana

Disponible en: <https://dle.rae.es/?id=JDtQUsF> (acceso el 15 sept. 2017).

 

Una campaña organizada por la Fundación Secretariado Gitano (FSG), de España, puso luz a la definición de esta palabra por medio de sus pequeños hablantes: les pidió a niños gitanos que la consultaran. Al verse retratados como “trapaceros» reaccionaron: “Los gitanos no hacemos eso [trapazas]”, “No me parece justo”, “Esta es una mentira”, “Yo no soy trapacero”; afirmaciones de rechazo al estigma que suele definirlos desde la más temprana edad. La última nombra la campaña.

Pese a algunos cambios que la RAE hizo en la definición, el término sigue pesando como cadenas en los piececitos de esos hablantes ―y, ¿por qué no?, dueños― de la lengua que son por ella reducidos. Si el léxico no representa a todos, ¿a quién representa? ¿Qué visión de mundo luce? ¿Es justo y responsable limpiar, fijar y dar esplendor a prejuicios?

Trapaza es las reglas de una lengua avalaren los estereotipos. Por cierto, nadie consulta un diccionario para validar sus valoraciones del otro, pero muñir a alguien de argumentos para que perpetúe sus opiniones previas negativas es como darle balas a asesinos.

Borrar palabras del diccionario no solucionaría los problemas de intolerancia del mundo ―¡ojalá fuera así de fácil!―. Pero con la goma del respeto y de la justicia se puede empezar a corregir errores históricos y reescribir entradas en los diccionarios y en la vida. Yo, condueña de esa lengua, sugiero que la primera que se revise sea “respeto”.

 

FUNDACIÓN SECRETARIADO GITANO. Campaña “Yo no soy trapacero”. España, 2015. Disponible en <www.gitanos.org/centro_documentacion/publicaciones/fichas/111117.html.es> (acceso el 15 sept. 2017).

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española (en línea). Disponible en: <www.rae.es> (acceso el 15 sept. 2017).

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Roberta Amendola

Es autora, consultora y editora de Lenguajes, Proyecto de Vida e Innovación. Maestra en Educación por la USP. Es Licenciada en Letras Portugués-Español en USP, con posgraduación en Enseñanza de Español para Brasileños en PUC-SP, en Perfeccionamiento para Ejecutivos del Mercado Editorial en FIA-USP/CBL y está cursando posgraduación en Computación Aplicada a la Educación en USP. Es editora de materiales para la enseñanza de E/LE y de portugués, además de autora del libro de lectura “Aprendiendo sobre los Juegos Olímpicos”, publicado por Santillana Español, y de la obra "GPS - Guia de Protagonismo no Século XXI", aprobada en el PNLD 2021, por Editora Moderna. Enamorada de la lengua española, de los proyectos de vida, de los libros, de los viajes y de los "brigadeiros".

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